Historia de la sede Comodoro Rivadavia

Breve síntesis histórica

A partir de 1943 se hicieron visibles los reclamos de los y las habitantes de la Patagonia por acceder a la educación superior. Comodoro Rivadavia y Trelew como comunidades referentes preocupadas por la formación universitaria, son las que más tempranamente marcaron el rumbo que se iba a concretar el 4 de Mayo de 1974.

En Comodoro Rivadavia, la primera iniciativa en pos de la fundación de una institución universitaria data de 1943, cuando un grupo de vecinos fundó la Universidad Popular de la Patagonia (UPP), que funcionaría hasta 1950 proporcionando formación técnica. En 1947 se le sumó el Instituto Superior de Estudios Patagónicos, que acercó la actividad científica a la región mediante el apoyo a investigadores. El apoyo nacional incluía el plan de transformar la UPP en una Universidad Nacional con sedes en Comodoro Rivadavia, Trelew, Esquel y Río Gallegos, pero la iniciativa no prosperó. La desaparición de la UPP dejó a la región sin instituciones superiores hasta la fundación, en 1959, del Instituto Universitario de la Patagonia, con sede en Comodoro Rivadavia, que proporcionaba formación en ingeniería, química, geología y humanidades. Este Instituto fue posible de concretar a partir del decreto firmado por el Ministro de Educación Atilio Del Oro Maini en diciembre de 1955, en donde, a partir de su artículo 28 autorizaba a "la creación de universidades privadas o “libres” con la facultad de emitir títulos habilitantes".

El Instituto estaba en manos de la congregación Salesiana y fue mediante el decreto n° 2923 del 28 de agosto de 1961 el gobierno de la provincia del Chubut le concedió personería jurídica como Universidad de la Patagonia San Juan Bosco. En 1963, en coincidencia con el 50 aniversario de la llegada de los salesianos a Comodoro Rivadavia, el Ministerio comenzó a reconocer los títulos.

Mientras tanto, en Trelew la solicitud popular obtuvo en 1965 del gobierno provincial la fundación de un Instituto de Estudios Superiores (IDES) que sería adscripto a la Universidad Nacional del Sur; el Instituto dictaba carreras universitarias en matemática, historia, geografía, letras, ingeniería civil y agropecuaria y contabilidad. El IDES contó con una gran población estudiantil y una relativa autonomía; en 1971 la UNS acordó concederle un reglamento interno propio dentro del marco de la Universidad. Sin embargo, éste nunca se concretó.   

En Trelew, las primeras experiencias universitarias comenzaron el 21 de Noviembre de 1965, fecha de la creación del Instituto Universitario (“el IUT”), dependiente de la Universidad Nacional del Sur. Luego de una larga tradición formativa, en 1981, se crea formalmente la Sede de la UNPSJB en esa ciudad, y el citado Instituto (vía convenio suscripto con las autoridades de la Provincia del Chubut) pasa a integrar la Universidad Nacional. En el caso de Comodoro Rivadavia, los representantes sectoriales de diferentes organizaciones comunitarias vieron en 1972 la oportunidad de volver a demandar una universidad nacional.

En febrero de dicho año, el Ministro de Cultura y Educación de la Nación Gustavo Malek informaba a través de la prensa que el gobierno militar no solamente tenía proyectada la creación de nuevas universidades, sino que además se contemplaría la participación estudiantil en la vida política universitaria. Estos anuncios generaron nuevas expectativas en torno a la posibilidad concreta de materializar una universidad nacional en Comodoro Rivadavia. Ya en marzo de 1972 la prensa local reflejaba las expectativas que habían despertado estas declaraciones de Malek en diversos actores sociales y políticos de la ciudad, consolidando un consenso general en torno a la posibilidad de luchar por una universidad.

El resultado de este apoyo unánime fue la creación de la “Comisión Promotora Permanente para la creación y su establecimiento en Comodoro Rivadavia de la Universidad Nacional de la Patagonia”, que había sido una de las exigencias de Malek para evaluar la factibilidad del proyecto. Finalmente el 7 de septiembre de 1972, a solicitud del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, se hizo entrega del denominado “Estudio de Factibilidad de la UNP”, elaborado por la Comisión presidida por Roberto Domecq. Allí se retomaban las recomendaciones de organismos técnicos del gobierno nacional que aseguraban la importancia de desarrollar un amplio plan de investigación de recursos y tecnología en la Patagonia.

Contemporáneamente a la realización de este estudio de factibilidad, en la UPSJB los estudiantes no solamente comenzaron a cuestionar las condiciones académicas, sino que además reclamaron por mayor participación.
El detonante fueron seguramente las demandas constantes por mejoras académicas e institucionales a la entonces Universidad Privada San Juan Bosco por parte de estos mismos estudiantes que se sentían defraudados con esa propuesta académica. En 1972 se sanciona la Ley 20.296 que promovió la creación de una universidad nacional en la región con el nombre de Universidad Nacional de la Patagonia. En tal sentido, el Decreto Ley promulgado durante el Proceso Militar se aceleró en el gobierno democrático del Presidente Héctor Cámpora (en el marco del retorno del peronismo al poder en 1973 y su acercamiento hacia los sectores medios universitarios), fruto de las intensas y comprometidas movilizaciones estudiantiles, transformándose en un actor decisivo en la creación de la universidad nacional, en sintonía con procesos desarrollados a escala global, en donde la juventud en general y la universitaria en particular, se constituía en un actor político de relevancia.

A estas protestas estudiantiles que se realizaban en el ámbito universitario, que comenzaban a trascender el mismo para ganar la calle, sumado a las condiciones de posibilidad mencionadas anteriormente, faltaba que surgiera un hecho que tuviera una gravedad institucional en el seno mismo de la Universidad privada que ameritara la intervención del gobierno nacional: ese acontecimiento fue la toma estudiantil de las instalaciones de la UPSJB el 22 de diciembre de 1973. A partir de este hecho, el ministro Taiana se comprometió a resolver la cuestión universitaria. Mientras la UPSJB se mantuvo intervenida -hasta junio de 1974-, el gobierno nacional resolvió la puesta en marcha de la UNP, siendo inauguradas las clases el 4 de mayo de 1974. Para ocupar el cargo de primer rector normalizador fue elegido el ingeniero Silvio Grattoni.

En el presente, el pasado legitimado es aquel que liga el aniversario a un proceso social con un sentido específico: la reivindicación de una lucha popular y ciudadana iniciada en 1972 en Comodoro Rivadavia, y que con diversos niveles de intensidad y actores concluiría a mediados de 1974. Anhelos, luchas y concreciones alcanzadas durante el período democrático 1974-1976. Luego, en 1980, durante la última dictadura militar, se produce la fusión entre la Universidad privada confesional San Juan Bosco y la Estatal de la Patagonia, quedando a partir de allí la denominación actual. Sin embargo, fue en 1988, durante un gobierno universitario co-gobernado, que los representantes en el Consejo Superior aprobaron “fijar como fecha de creación de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco el día 4 de mayo de 1974” . Se trata de un proceso que derivó en tal decisión que debería enmarcarse en las discusiones de la democracia recuperada en 1983.

Una Universidad Regional

La dimensión ya formaba parte del estudio de factibilidad de 1972, en el cual se contemplaba la creación de Facultades, Institutos y Escuelas distribuidad en las sedes de Río Gallegos, Trelew, Esquel y Ushuaia. 

En este sentido, en los inicios de la década del 80 comienzan a entreverse miradas universitarias sobre tres regiones del Chubut. Y este sería un aspecto a destacar: el carácter regional. Es decir, la vocación de una cobertura territorial, y de superación, tal como fue postulada en la sesión del Consejo Superior de junio de 1988 (Resolución N°32/1988). Pretendiendo superar los desafíos que la radicación en ciudades diferentes, con historias múltiples, algunas de ellas ubicadas a cientos de kilómetros unas de otras. Ahora, desde aquella fundación en 1974, el imaginario de una universidad en Patagonia irradió sus primeras secuelas en la creación de la Sede Esquel en 1974, aunque las actividades comenzarían a mediados del 75'. Esta nueva radicación comenzó a consolidarse en 1980, cuando aparecieron las primeras actividades universitarias.

En Octubre de 1984 se creó la Sede Ushuaia, en Tierra del Fuego. Y apenas algunas semanas después, en Diciembre de 1984, la Sede Puerto Madryn. Ambas durante el período de la normalización universitaria, tras la recuperación de la democracia. Así, la UNPSJB abre sus puertas con un sentido de mayor amplitud territorial alcanzando otras latitudes de la Patagonia más allá de la Provincia de Chubut. Años después, en el 2011 la sede Ushuaia, fue cedida a la actual Universidad de Tierra del Fuego. En la Resolución Nº 001/2009 de la Asamblea Universitaria, resolvió la “transformación de la Sede” para “acompañar el proceso de creación de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur”.

La vocación regional se fue materializando en diversas “Extensiones áulicas” a partir del año 2014 con el ofrecimiento de algunas carreras en las ciudades de El Bolsón, Río Mayo, Río Senguer, Sarmiento y en José de San Martín. Pero esta vocación implica, exige, interpela la imaginación, la voluntad y el coraje. Recursos presupuestarios, demandas y necesidades cruzadas, expectativas asociadas a la idea de universidad, reconocimiento de derechos “universitarios” y tensiones múltiples, en el contexto de historias comunales, atravesadas por migraciones diferentes, de oleadas diferentes, en el contexto de una región como la Patagonia, atada a un imaginario nacional y estatal específico que se ha impuesto y sigue siendo objeto de controversias.

Los esfuerzos económicos, materiales y políticos para articular esta dispersión también pueden verse de maneras evidente en la constitución de las estructuras colegiadas de co-gobierno, al menos desde 1983/1984. De manera sistemática, los claustros conforman estas estructuras con representantes de todas las sedes. Inclusive con la creación de una institución con presencia en el Estatuto de la Universidad – y presencia efectiva en el Consejo Superior –: las Delegaciones Zonales. La vocación inclusiva empezaba por la presencia en las estructuras deliberativas y de decisión. Nada de lo anterior pretende ocultar diferencias, discusiones, conflictos. Pero también es cierto que los esfuerzos estuvieron destinados a construir una institución que vaya superando las distancias geográficas, socio-políticas, económicas y culturales, y también los modos en que estas estructuras fueron consolidando determinadas prácticas sociales.

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